Una serpiente a la que perseguían los cazadores le pidió a un granjero que le salvara la vida. Para esconderla de sus perseguidores, el granjero se agachó y dejó que la serpiente se metiera en su tripa. Pero cuando pasó el peligro y el granjero le pidió a la serpiente que saliera, ésta se negó. Dentro estaba caliente y segura.
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De camino a casa, el hombre vio una garza y se acercó a ella para susurrarle lo que había pasado. La garza le dijo que se agachara e hiciera un esfuerzo para expulsar a la serpiente. Cuando ésta sacó la cabeza, la garza le agarró, la sacó y la mató. El granjero estaba preocupado por si todavía tuvera dentro el veneno de la serpiente, y la garza le dijo que la cura para el veneno de serpiente era cocinar y comerse seis aves blancas.
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- "Tú eres un ave blanca", dijo el granjero.
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- "Tú estás bien para empezar".
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Agarró la garza, la puso en una bolsa y se la llevó a casa, donde la colgó, mientras le contaba a su mujer lo que había pasado.
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- "Me sorprendes", dio la mujer. "El ave te hace un favor, te libra del mal que había en tu tripa, te salva la vida, y tú la cazas y hablas de matarla".
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Inmediatamente soltó la garza y ésta salió volando. Pero en el camino le sacó los ojos a la mujer.
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Moraleja: Si ves agua que fluye hacia arriba, significa que alguien está devolviendo un favor.
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