Os tres do Eixo

Hace tiempo que tenía ganas de postear en mi blog, mi humilde forma de apoyar a tres vecinos de la parroquia compostelana de Santa Lucía, en el lugar de O Eixo, pero hoy, después de ver el vídeo de una hora donde ellos narran los hechos, no podía dejar pasar un día más. No pretendo hablar por hablar, por lo que os doy las referencias de los hechos y de la sentencia. Cada uno tiene su opinión y yo, doy la mía.

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"Quedamos nas vosas mans" (Quedamos en vuestras manos) es un grito vacío para la justicia y vacío para los políticos de turno, pero lleno de intensidad y profundo significado para quienes conocen la desgracia de los tres vecinos de O Eixo.

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Y es que la historia de Simón, José y Jesús puede ser la historia de cualquier persona que nos rodea o, incluso, la nuestra propia. Algunos pensarán que es una historia de película, en este caso, basada en hechos reales. Y lo cierto es que surrealista es bastante, pero lamentablemente, injusta y cruel. Hoy están en prisión. Ingresaron el 30 de noviembre de 2007 en la cárcel de Teixeiro, tras la denegación de petición de indulto de miles de firmas individuales, así como de múltiples entidades sociales y políticas de la sociedad gallega. Pero, al parecer, no llega. Pero su desgracia no es de ahora, sino que lleva latente desde hace 9 largos años. Después de una pésima instrucción judicial, una patética investigación policial y una floja defensa, las consecuencias no pueden ser peores: la cárcel (más allá del pago de más de 156.000 euros). Han sido los cabezas de turco.

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Los hechos acontecen en 1995, cuando fruto de la inseguridad vial en la zona de O Eixo, una asociación vecinal, impulsora de múltiples actuaciones en beneficio de la realidad compostelana, decide manifestarse ante una decisión política: abrir un tercer carril en la N-525, para vehículos lentos, antes de realizar las obras prometidas de un paso inferior. Es decir, evitar el arriesgar la vida de cientos de vecinos que día a día atraviesan la carretera que divide la parroquia (ancianos, niños que van al colegio, personas con discapacidad, etc.)

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El 14 de julio de 1998 se reprime una manifestación vecinal que está protestando por la falta de compromiso del Jefe de Demarcación de Carreteras. Al parecer, un policía pierde la calma y se va a por un niño de 14 años, zarandeándolo y pretendiendo introducirlo en el furgón. Un grupo de gente se abalanza contra el policía, entre ellos, Simón, el hermano del menor. Treinta segundos de jaleo que finaliza con un policía lesionado. Lamentable, claro está, estoy seguro que si fuera de mi familia también estaría encabronado contra los vecinos, pero contra los que lo hicieron, no contra los que no lo han hecho. Mientras que unos vecinos se pelean con algunos policías, otros lo ven todo desde lejos, sin intrometerse. Las lesiones del policía denunciante son físicas y físicas -según establece la sentencia-. Tarda más de 500 días en recuperarse y le queda un alto grado de minusvalía (psíquica). Por supuesto, intolerable.

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"Eres tú y punto". Ésa es la sensación de los tres procesados. No se admiten más testigos que los del policía. Un abogado que les presiona para que no denuncien a nadie más, porque si es así abandona su defensa. Una jueza que le advierte a la policía judicial, después de presentarle 6 detenidos, a destiempo, que como le traigan un procesado más, archiva el caso. Un policía testigo que en un primer informe dice que eran 30 los que daban puñetazos al lesionado, en un segundo informe dice que eran 7 y, finalmente, dice que eran estos 3 procesados. El lesionado manifiesta que el que le pegó es un tipo de tez clara y piel fina, cuando Jesús, a quien se refiere el policía en su denuncia, no tiene esos rasgos.

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"Carne de indulto". Sólo Simón asegura que estaba en el meollo de la pelea, pero que jamás agredió al policía, se limitó a separar a su hermano. Simón reconoce su (parte) culpa y pide perdón al lesionado. Jesús y José eran meros espectadores desde el otro lado de la carretera, y tienen testigos (que no admitidos como válidos, por ser familiares y amigos). Los tres procesados son asesorados y les comentan que recurran. El Tribunal Supremo admite a trámite el recurso, pero en la sentencia no mueve ni una coma (más gastos, mala defensa). Ante la opción del Tribunal Constitucional, la defensa les dice que son "carne de indulto" y que la jurisprudencia no les favorece. Empiezan a movilizarse para solicitar el indulto. Antes, pagar. Todos los vecinos de O Eixo ingresan 720 euros: la mayoría con dificultades, pero están en el mismo barco. Un último intento de la policía judicial, que sabe que están condenando a inocentes, les aconsejan que delaten a los verdaderos agresores, y así no entrarían en la cárcel. Patético. La misma policía le pide a unos vecinos que hagan de detectives, que les digan lo que deberían saber ellos, pero ¿cómo van a ver quién agrede al policía, cuando se formó un tumulto? Muchos direis que si están acusados, por algo será... ¿Ésa es la justificación para encarcelar a tres vecinos? Está claro que una vez leída la sentencia, la visión de los condenados no es la misma que han relatado los policías, a los que sí el tribunal ha dado validez.

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"Excarmiento". Un procesado expone que más que reinserción, la policía pide venganza. La sociedad es sensible a las exigencias del movimiento vecinal (miles de firmas piden indulto, manifestación multitudinaria), mientras que para los políticos protagonistas parece que tuvo que haber lo que hubo para ordenar la construcción del paso inferior después de estos "malditos hechos". Jesús lo tiene claro: Si tú tienes la culpa... en cierto sentido, te jodes, pero si te cae esto encima, no lo entiendes, y ¿por qué pedir perdón por algo que no has hecho? No se lo perdonaría jamás.

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Supongo que los sindicatos policiales y los miembros de las fuerzas armadas no perdonarán jamás estas actuaciones, pero que conste que yo tampoco, pero sí creo que se debe sancionar a quién lo ha hecho. Se trata de un tema con muchos nubarrones y con pocos claros, es una excepcionalidad lo que se pide (el indulto).

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Inocentes. La proporcionalidad de los hechos exigen su inmediata liberación: 9 años de desgracia por exigir seguridad vial resultan demasiados, aunque los hechos fueran tal y como la justicia los ha proclamado. El segundo indulto no puede tardar más. La actitud de presión de las fuerzas políticas no parece ser la más adecuada, aunque se salvan con declaraciones institucionales (que no es poco) o presencia en cabeceras de manifestaciones (en términos de rentabilidad política). La verdadera prueba de los que dirigen este país es la celeridad en la puesta en libertad de los tres inocentes de O Eixo.

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El daño está sancionado y reparado. Se pide un indulto parcial (la pena de cárcel) y recordemos que se trata de una medida de gracia que otorga el Rey, a propuesta del Ministro de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros, que tiene como efecto la extinción de la responsabilidad penal.

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Más información sobre el tema en http://ostresdoeixo.info/blog/ ----- http://www.vieiros.com/nova/61892/os-tres-do-eixo-non-caminaron-sos-ate-teixeiro

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El vídeo de los tres vecinos donde relatan los hecho lo podeis ver en http://stage6.divx.com/user/arredemotv/video/1796840/Os-tres-do-Eixo

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